La pregunta que se hace cada vez mas en los ámbitos educativos es: ¿en qué medida la introducción de las nuevas tecnologías de la comunicación (TICs) en manos de los alumnos pueden mejorar el nivel de aprendizaje y de conocimiento? ¿qué estrategias pedagógicas pueden tener éxito? ¿Qué nivel de descentralización institucional es necesario en el sistema educativo? ¿Cuál es el grado de colaboración de los demás actores sociales se necesita y puede esperarse, tanto de los padres como de los organismos que deben controlar?
El primer aspecto a analizar es el entorno en que deben actuar las TICs para que fomenten y efectivicen el aprendizaje, más que quedarse a debatir acerca de las potencialidades de las tecnologías en sí mismas.
Para contextualizar lo que está sucediendo, deberían tenerse en cuenta tres factores determinantes. Aquí debajo el primero.
1) Las nuevas generaciones de alumnos y sus formas de relacionarse con el sistema mediático-cultural
Para las nuevas generaciones Internet (con mayúscula) es parte indisociable de la vida cotidiana. Algunas encuestas muestran la tendencia: Encuestas mas recientes muestran que si tienen que elegir un único “medio de comunicación” para su vida cotidiana, el 43% optaría por Internet. Estos resultados se deben principalmente a que Internet ha comenzado a jugar un rol central en los tiempos de ocio y de entretenimiento. Ya no es sólo el medio por el cual las personas se informan. Ahora pasan allí un creciente porcentaje de su tiempo de ocio.
El informe iberoamericano de Generaciones Interactivas publicado el mes pasado, puso en evidencia que en Argentina, las actividades recreativas más tradicionales siguen jugando un rol protagónico entre los niños y jóvenes de edad escolar. 60% del tiempo de ocio y entretenimiento es dedicado a actividades tradicionales. Puede leerse en el mismo informe también que el tiempo de ocio en entornos digitales de estas jóvenes generaciones de Argentina ya representa el 31% del total. El consumo simultáneo de medios en horas de tarea escolar en el hogar no deja de crecer. Si se considera solo los escolares de 10 a 18 años, la encuesta de Generaciones Interactivas reveló que Internet tiende a desplazar en proporciones significativas, al estudio (38%), la TV (32%) y la lectura (27%). Argentina registra en esos indicadores valores de entre los más elevados de las poblaciones latinoamericanas auscultadas en la encuesta.
Es indispensable considerar que los padres de los alumnos que ingresan hoy a la escuela es probable que ya no pertenezcan a la misma generación en términos de consumo digital. La llegada de nuevas generaciones de alumnos a la escuela implica, además, relacionarse con nuevas generaciones de padres que, siendo más próximas a lo digital e interactivo, seguramente tienen otras expectativas respecto del aporte que puede hacer la institución escolar a la adquisición u optimización de las competencias digitales de sus hijos.
Puede admitirse que, en promedio, el uso de las TICs en la vida personal y hogareña de los dos actores educativos, padres y docentes, es similar. La diferencia podría residir en que la vida laboral de los docentes está más predeterminada hasta ahora por un distanciamiento generalizado de esas herramientas, mayor que en el promedio de la población.
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