El trabajo conjuga tres proyectos. Comenzó con “Lombricultura”, con el buscábamos ver la posibilidad de mejorar las tierras de las huertas escolares, utilizando el humus del lombricario y con ello lograr una mejor producción que permita deshidratar el excedente. Posteriormente, se avanzó con “Alternativas alimenticias para una mejor educación” en el cual se buscaba cómo hacer para almacenar alimentos deshidratados producidos en la huerta o finca de la escuela, para que los mismos sean utilizados en épocas invernales, ya que por las inclemencias de nuestro clima, es imposible cultivar.
A continuación se siguió con el proyecto denominado “Charqui, una técnica milenaria con sabor a nuevo”, con el que se trataba de lograr que los habitantes de las zonas serranas- que no cuentan con energía eléctrica- pudieran acopiar carnes de manera confiable, segura, ecológica y bromatológicamente apta para el consumo humano.